Ésta, es una excursión perfecta para
conocer Sierra Mágina, producto éste de
muchos siglos de convulsa historia en
un entorno rural hostil y hoy aún por
descubrir. Aquí convergen parte de su
historia, parte de su paisaje y vegetación
y de sus aprovechamientos por parte del
hombre. Además es un paseo cómodo
en su inicio y que permite avanzar a los
que más ganas tengan de andar. El
acceso es cómodo en cualquier tipo de
vehículos, pues está todo asfaltado.
Partiendo de Jaén (en total son 40 Km. y
45 minutos), iremos hasta Mancha Real y
tomaremos la carretera de Jimena. Tras
cruzar Jimena, a su salida existe una
bifurcación, tomaremos la derecha, que
es la carretera de Albanchez (JA3105 o
Avda. de Hútar) y donde radica la Ermita
de Cánava. Prosiguiendo en dirección a
Albanchez, y justo a 1 Km. existe un
desvío a la derecha también asfaltado
(hay que ir con atención pues no hay
indicador alguno). Una vez ya pasado
existe un indicador metálico que indica la
Casería del Pomar, un alojamiento de
turismo rural.
Una vez tomado éste, tras otro Km.
acaba el asfalto y existe una pequeña
anchura rodeada de encinas donde
dejaremos los vehículos.
Aquí se inicia la vía pecuar ia
denominada Cordel del Gollizno
(llamado así por la estrechura del paraje,
semejando una garganta, un cuello),
que irá asciendo por una suave
pendiente, entre monte bajo y encinas.
Tras diez minutos, el camino se allana y
se abre la vista a un radiante panorama
de Sierra Mágina: A nuestra espalda, la
gran mole rocosa del Aznaitín, enfrente y
a la izquierda los Cerros de Fiqué, a
continuación las tostadas Serrezuelas
de Bedmar y de Jódar y a la derecha las
primeras estribaciones del conjunto de
montes que coronan la portentosa Peña
de Jaén, el singular Cerro Cárceles y el
extraordinario Pico de Mágina, que
2.167 m. es la cumbre de mayor altura de
nuestra provincia y todo ello bañado en
el fastuoso mar de olivos de la campiña
jiennense.
Desde este punto, detrás nuestro y en
alto (tras un haza de terreno vallada) se
divisan los restos de un pequeño recinto
fortificado; la Saleta del Moro. Hoy sólo
se conservan restos de las murallas y en
el borde del montículo, la base de una
pequeña sala de vigilancia (saleta) de lo
que en su día fue primero, asentamiento
romano y posteriormente musulmán
(rebeldes muladíes que no aceptaban la
hegemonía del Califato Cordobés). A
sus pies se aprecia el manantial que lo
abastecía, el Pilar del Moro, es un
hermoso y antiguo pilón que ni en los
más secos de los veranos deja de manar.
Es una atractiva zona donde pastan
ovejas y cabras, todo ello salpicado de
olivar, encinas y coscojas, donde
abundan las aves de pequeño porte y las
rapaces que gustan de anidar en las
paredes rocosas que nos circundan.
Lugares de interés cercanos: "Los Caracoles y el Lanchar, Ermita y Pinar de Cánava, Cueva de la Graja."
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