Itinerario y descripción de la ruta

    Para llegar aquí, desde Jaén, hemos de tomar la autovía hacia Granada (A44, salida 50 desde Jaén o salida 59 desde Granada) y desviarnos en la salida de Pegalajar, donde viene señalizada la dirección de La Cerradura. Un km antes de La Cerradura y justo antes de cruzar el puente que atraviesa el río Guadalbullón, tomaremos el desvío, a la izquierda, hacia una planta de áridos. Aquí dejaremos el vehículo.

    Nos dirigimos al río, donde quedan los restos del antiguo Puente Padilla y que una gran riada se llevó. Desde aquí y siguiendo el curso del río avanzaremos hasta la desembocadura del Arroyo de Be r cho ( s e co habi tua lment e ) . Cruzaremos por un túnel, bajo la autovía, hasta una antigua granja porcina. Donde se inicia un estrecho camino jalonado de olmos, con la enigmática sierra de Grajales de fondo.

    Si vamos con carrito de bebé, desde los vehículos, tomaremos el tramo, en pendiente, asfaltado que se dirige a la planta de áridos (que dejaremos a la izquierda) y cruzaremos por otro túnel bajo la autovía. Al coronar este pequeño tramo pendiente nos dirigimos a la derecha, buscando el paso del Arroyo de Bercho y la granja porcina. Aquí existe un pequeño cortijo de uso ganadero.

    Desde la granja, se camina entre huertas y cortijos, cruzando de nuevo bajo la autovía, hasta llegar a la pequeña y primorosa Ermita de la Inmaculada (Patrona de la Cerradura). Justo detrás, parte un corto camino hasta la Fuente de la Ermita, cruzando de nuevo bajo la autovía. La fuente es un lugar cómodo y muy fresco, con un caudal que nunca se seca, y a la sombra de un frondoso e inusual lentisco. Desde aquí, y a los pocos metros de la Ermita, existe una bifurcación. A la izquierda se llega al barrio Cerrillo y siguiéndolo se sale al restaurante el Oasis, en la autovía. Si seguimos por la derecha, llegaremos hasta los restaurantes de la Cerradura tras cruzar un pequeño puent e sobre el Guadalbullón.

    La vuelta la haremos por el mismo lugar, pero en dirección al Torreón de la Cabeza, construido por el Condestable Iranzo para el control de paso hacia Jaén. El torreón es de propiedad privada y se encuentra vallado. Desde su base se disfruta de unas extraordinarias vistas de la autovía, la Sierra de Grajales y del monte del Mercadillo; lugar de donde se extrajo la piedra para la construcción de nuestra inigualable Catedral y muchas casas nobles de Jaén.