Nuestra ruta de hoy (partiendo desde
Jaén) consta de 35 km. y 45 minutos.
Tomamos la carretera hasta Torres (31
km.). Al llegar al cruce que marca el inicio
del pueblo y sin entrar en él, tomaremos
a la izquierda la carretera en dirección a
Jimena. Tras 2 km. y al pasar por dos
cooperativas (de Santa Ana y de Jesús
de la Columna), sale a nuestra derecha
un carril, hoy asfaltado en su totalidad.
Existe una nave de reciente construcción
y un cartel metálico que señala el arreglo
del Camino de los Albarejos .
Subiremos este empinado tramo de 2
km. cómodamente en nuestro vehículo,
sin abandonar el asfalto hasta la
hermosa Fuente de los Albarejos. Ante
una duda, preguntad a cualquier
persona que por allí pase.
Desde la fuente y siempre siguiendo por
el carril asfaltado, a 200 m. existe una
primera curva a la izquierda, seguida de
otra más pronunciada, en sentido
derecha, desde donde parte el sendero
a la cueva. Como referencia, desde la
carretera y a la izquierda, se aprecian
unos antiguos corrales de piedra (los
llamados Corrales de la Nina).
Desde la carretera y cruzando los olivos,
ya andando, rebasamos los corrales por
su izquierda, donde existe un cartel de
madera que marca el sendero (Cueva
del Morrón y Corrales de la Nina). El
recorrido son 1,5 km. y unos 40 minutos.
Al inicio hay una ligera pendiente, que
enseguida se suaviza.
Caminaremos por un antiguo y olvidado
camino de herradura, que comunicaba
los tradicionales cortijos, antaño
habitados y que circundan el monte del
Morrón y el macizo del Aznaitín (a
saber: Los Caracoles, El Lanchar,
Puerto Trisla y La Zarzadilla). Las vistas
son extraordinarias, pues el camino
está despejado de árboles y tapizado
de monte bajo; romero, tomillo,
lavandas , enebros y arbus tos
espinosos como aulagas y cojines de
monja. Poco antes de llegar a la cueva,
nos acompaña la sombra de unos
pinos, hasta desembocar en un verde
prado, a cuyos pies y descendiendo
unos metros aparece la pequeña
abertura redonda.
La entrada a la cueva es angosta
(aunque su interior es muy amplio y con
gran altura) así que, lo ideal para
acceder es tirarnos al suelo y entrar con
los pies por delante; son sólo 2 m.).
Cuando llueve, hay un poquito de barro
a la entrada. La cueva consta de una
gran habitación (aprox. 20 m. de fondo y
15 m. de alto) y varias oquedades más
pequeñas y sin salida.
El suelo es de tierra y se anda con
facilidad, pues en su interior no hay
humedad ni piedras que impidan
nuestro caminar, aunque lógicamente
hay que ir con cuidado. Para entrar en la
Cueva es necesaria una potente linterna
o un pequeño lumigaz o cualquier foco
de luz.
Existen pinturas rupestres; al menos dos
cabras dibujadas en la roca; una de
color rojo y otra negra, que se sitúan al
fondo de la cueva, tras unas rocas
desprendidas, en otra pequeña sala con
el techo a baja altura. Para verlas hay que
tumbarse. Las figuras han perdido
nitidez, lógico tras 10.000-15.000 años,
desde su realización (en las cámaras
digitales se aprecian mucho mejor el
contorno de los animales). La cabra roja
se descubre con facilidad, pero la negra
cuesta un poquito, está muy cerca pero
cuesta verla, así que ¡Hay premio para
quien la descubra!.
Quien no desee entrar en la cueva,
además de disfrutar del paisaje, podrá
deleitarse con un espectacular mirador,
un auténtico mirador natural, del que se
puede observar gran parte de la
campiña jiennense y las cumbres de
Sierra Mágina con el emblemático Monte
Aznai t ín como i lust re y noble
representante de la media montaña
jaenera.
Lugares de interés cercanos: "Aznaitín, Paraje y fuente de la Zarzadilla, Los Caracoles y Puerto de Trisla.
1Al inicio de la carretera de Jimena existe un cartel rojo que indica Cueva del Morrón y Fuente de la Zarzadilla, pero
este primero, es un carril de tierra y no lo tomaremos, aunque es perfectamente accesible en todoterreno."
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