La distancia total desde el Jaén son 50
km (1 hora), todos por carretera
asfaltada: Tomaremos la carretera hasta
Bedmar. A la llegada se toma el primer
desvío hacia el centro del pueblo y tras
200 m., dejando a la derecha el castillo
se toma la carretera asfaltada (JV3032)
de la izquierda, en dirección a los cerros
de Fique y embalse de Pedro Marín).
Recorremos 5 km hasta el pié del Cerro
(que aparece a nuestra izquierda) donde
se aprecia el pinar de repoblación y a la
entrada del camino de acceso, un cortijo
hundido. El coche puede dejarse a la
derecha o entrar en el carril. Desde aquí,
hasta el antiguo Centro de Control de
incendios hay 1,6 km de suave subida
por la parte más cómoda.
Iniciamos el ascenso por un carril, que a
los pocos metros se bifurca, tomando la
derecha. Ésta, es la zona más hermosa,
con vistas al Valle del Guadalquivir y
caminando sin abandonar el carril
principal llegaremos a otra bifurcación.
Tomando éste a la izquierda llegaremos
al antiguo Centro de Control y final de
nuestra ruta. Desde aquí tomaremos el
carril descendente que cruza por delante
del citado centro para conectar con la
primera bifurcación que tomamos al
inicio de la ruta.
En la zona alta, puede hacerse un
recorrido circular al cerro del Retamar
por su cara sur y/o subir hasta el cerro
Atalaya. Se divisa una de las vistas más
espectaculares de la provincia; al sur
Sierra Mágina, apreciando su extensión
y esplendor. Hacia el este se observa la
gran mole rocosa de la Serrezuela de
Bedmar y al Norte se contempla una
magnífica vista del valle de río
Guadalquivir y la cresta de la comarca de
la Loma y las Sierras de Las Villas y
Cazorla.
El matorral bajo y las abundantes
oquedades del terreno hacen que la
abundancia de conejos sea extraordinaria. Lo poco frecuentado de
esta zona la hace ideal para contemplar
la fauna (aves de pequeño porte, rapaces
y conejos).
Es destacable la reforestación con pinos
carrascos, de un terreno bastante
degradado por el uso minero que ha
tenido hasta los años cincuenta.
Lugares de interés cercanos: "Desde aquí las posibilidades son variadas, recorriendo los cerros por su cara norte o sur.
Muy cerca se encuentra el pueblo de Garcíez, que es de origen señorial (aún hoy se mantiene, aunque en mal
estado de conservación, la Casa-Palacio de los Marqueses de Viana.
En esta zona la familia Salcedo, propietaria del restaurante Juanito de Baeza, tiene una finca de olivar, de cuyo
aceite se surte el restaurante."
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